sábado, 20 de septiembre de 2008

Sentada, frante a una computadora... yo vivía desde que tenía exactamente trece años. Hoy tengo quince, no pasó mucho pero lo que si pasaron fueron muchas caras.
Un día como cualquier otro me levanté para empezar mi semana escolar, el día estaba nublado, las nubes formaban en el ambiente un lugar un poco deprimente, hice lo habitual que hago todas las mañanas, cosas típicas como por ejemplo lavarme los dientes, con mi pasta preferida, ¡Dios que rico gusto tiene!, me baño, me peino, me pinto, desayuno y prácticamente a las ocho menos veinte, me subo al auto y arranco para el colegio.
Más o menos a las ocho menos cinco, estoy en la escuela camino hacia el curso, dejo mi mochila del lado derecho del banco, saco mis útiles escolares. Tengo entre ocho y diez materias, salgo a las cuatro y media aproximadamente, camino a la parada y espero el colectivo, un típico día de semana.

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